ARDILLA COREANA

Si decides tener un animal de compañía, lo más probable es que decidas adoptar un perro o un gato, que es lo más habitual y tradicional. Aunque hay muchas otras opciones que, aunque de entrada, pueden parecerte algo raras y exóticas, cada vez hay más personas que prefieren compartir su vida con un animal algo diferente. Así, la ardilla puede ser una posibilidad.
Antes de plantearte seriamente convivir con un animal, has de adquirir el compromiso de cuidarlo y atender todas sus exigencias a lo largo de toda su vida. Con una ardilla, has de tener en cuenta diversos aspectos y, especialmente, ser consciente de que se trata de un animal de actividad diurna por lo que necesitará corretear libre por la casa, por lo menos, una vez al día. Durante este ‘paseo’, la ardilla puede esparcir restos de comida, dejar caer algunas gotitas de orina o depositar bolitas de excremento sobre el mobiliario y, además, estará en constante movimiento, por lo que deberás vigilarla en todo momento para que no corra ningún riesgo. Además, puede ser bastante ruidosa dentro de la jaula y llegar a emitir algunos gritos agudos, por lo que, si eres una persona tranquila este no es un animal adecuado para ti.
Debes proporcionarle una jaula de grandes dimensiones ya que necesitará mucho espacio para correr, sitios para trepar y escondites donde situarse cuando necesite tranquilizarse si se siente nerviosa o asustada. Lo más recomendable es una jaula de alambre para que pueda trepar por techo y paredes. Debes situarla en un lugar resguardado de las corrientes de aire y de la luz del sol directa, alejado de la televisión y el equipo de música (no les gustan los ruidos) y en una habitación en la que haya actividad porque son animales curiosos a los que les gusta observar nuestra vida cotidiana. Las ardillas son omnívoras, así que siempre debe tener a su alcance semillas y frutos secos para que se los coma cuando quiera. Además, debes darle verduras frescas unas tres veces por semana y necesita insectos regularmente para ingerir proteínas: grillos, gusanos, etc. En su jaula tiene que disponer también de abundante agua mineral y de algún trozo de madera o similar para que pueda roer y desgastar sus dientes.
Las ardillas no son animales especialmente cariñosos y no suelen dejarse acariciar, por lo que la mayor parte del día sólo podrás disfrutar de su compañía observando su actividad, aunque algunas ardillas domesticadas pueden llegar a aprender sencillos juegos. Si tienes otros animales en casa, debes saber que las ardillas se muestran muy desconfiadas y nerviosas ante la presencia de otros animales, especialmente los gatos y los perros, que intentarán cazarla si la ven moverse libremente por la casa. Por eso, deberás mantenerte alerta cuando la saques de su jaula y asegurarte de que no corre ningún peligro. Las ardillas suelen vivir entre 8 y 12 años, así que has de estar seguro de poderle dar todos los cuidados necesarios a lo largo de este periodo de tiempo.